La Muerte de Renny Ottolina



Tema sugerido por Domingo Gonz谩lez, H茅ctor V谩squez y Ana Lizca



Nunca imagin贸 Renny que ceder en aquel punto ser铆a la 煤ltima cosa importante que har铆a en la vida. La ma帽ana del 16 de marzo de 1978 sosten铆a una agria disputa con integrantes de su comando de campa帽a, porque sin consultarle hab铆an pautado una actividad para esa noche en la ciudad de Porlamar, pese a que d铆as antes les orden贸 suspender todo acto pol铆tico que lo sacara de Caracas.

— Se帽ores, — alegaba Renny con su peculiar timbre de voz – quedan poco m谩s de dos semanas para la proclamaci贸n oficial de mi candidatura y quiero sentarme tranquilo a pulir el discurso que dar茅 por televisi贸n.

Sus hombres arg眉铆an que en aquella actividad estar铆an presentes los empresarios m谩s importantes del estado Nueva Esparta y no pod铆an desairarlos.

Culminaba el primer trimestre del a帽o y la campa帽a electoral calentaba motores. Renny Ottolina, quien hasta ese momento s贸lo era conocido como animador, hab铆a decidido entrar al ruedo. El comando insist铆a, el candidato se negaba. Revisaron la agenda: el jueves 30 deb铆an entregar ante el Consejo Supremo Electoral las 140.000 firmas requeridas por ley para oficializar la candidatura, am茅n de presentar al pa铆s las l铆neas maestras de su programa de gobierno. Aparte de eso, la actividad m谩s cercana era un foro con deportistas en la sede de un conocido diario capitalino, programado para el viernes 17.

Joaqu铆n Silveira, directivo del Movimiento de Integridad Nacional (MIN), organizaci贸n creada para motorizar la candidatura insisti贸, el doctor Arnoldo Molina, coordinador general del Movimiento Pro-Renny ten铆a todo listo. Aquella noche se esperaba a Ottolina en el foro «Venezuela hoy y su futuro» organizado por la seccional Nueva Esparta de la Asociaci贸n Nacional de Ejecutivos, la actividad tendr铆a lugar a las 8 de la noche. Al final el precandidato accedi贸 y sus ac贸litos respiraron aliviados.

Acompa帽谩ndolo en el fat铆dico viaje estar铆an su director de prensa Ciro Medina, el jurista C茅sar Oropeza que se desempe帽aba como jefe del comando de campa帽a y Luis Duque quien dirig铆a imagen y publicidad. Elevar铆an vuelo en Maiquet铆a a las 5:15 de la tarde en la avioneta de Carlos Domingo Olavarr铆a, primo del pol茅mico editor Jorge Olavarr铆a. Se esperaba que llegaran a Porlamar en poco m谩s de una hora.

Rumbo al aeropuerto conversaron con la pasi贸n que da la actividad pol铆tica; intercambiaron opiniones y se comunicaron las m谩s recientes noticias del acontecer nacional. Ninguno ten铆a dudas respecto a las posibilidades de triunfo de su amigo Renny, quien en declaraci贸n a la prensa afirm贸 tajante: « ¡Voy a ganar las elecciones! Eso puedo asegurarlo ya que la gente de este pa铆s, mi pa铆s, desea algo diferente, un gobierno con responsabilidades».

Ottolina, quien protagonizara una brillante carrera de m谩s de tres d茅cadas en la radio, el cine y la televisi贸n sorprendi贸 al pa铆s en octubre de 1977 cuando revel贸 su intenci贸n de aspirar a la presidencia de la Rep煤blica. El anuncio lo hizo en el programa radial «Impacto 78» que conduc铆a el cronista taurino Rodolfo Serradas. Al salir de cabina Renny invit贸 a su anfitri贸n a unirse a la campa帽a como jefe de prensa, «Positivo», mote con el que se conoc铆a al radiodifusor, prometi贸 evaluar la oferta pero al cabo de unos d铆as la declin贸 amablemente.



A la hora que abordaban la aeronave, una multitud se congregaba en Porlamar en espera del precandidato. Los cinco hombres que aguardaban en pista la autorizaci贸n de posicionamiento y despegue, dejaban atr谩s sin saberlo toda una vida de luchas y logros. Ciro Medina hab铆a desempe帽ado importantes cargos en el campo de la comunicaci贸n; fue jefe de relaciones p煤blicas del Consejo Supremo Electoral, jefe de redacci贸n de la revista 脡lite y ocup贸 puestos directivos tanto en «Semana» como en «Bohemia». En marzo de 1978 su preocupaci贸n se centraba en registrar de manera limpia y minuciosa cada una de las actividades de Renny.

Luis Duque dirigi贸 muchos de los espacios que tuvo Renny en la televisi贸n. Gran parte de las innovaciones que apreciaba el p煤blico en esos programas se deb铆an a este hombre que ahora ten铆a la misi贸n de proyectar su imagen como candidato. Esa tarde al salir de casa estamp贸 un beso en los amorosos labios de su esposa Maritza, que en vano esperar铆a su regreso.

Carlos Domingo Olavarr铆a, abogado y miembro de una prominente familia caraque帽a, ten铆a m谩s de dos a帽os como piloto. El d铆a anterior cumpli贸 con una citaci贸n del Juzgado Sexto de Primera Instancia en lo Penal; que lo conmin贸 a brindar informaci贸n, en el m谩s breve plazo, sobre el paradero de su primo y afianzado Jorge Olavarr铆a sobre quien pesaba un auto de detenci贸n por el presunto delito de difamaci贸n agravada en contra del ministro de Informaci贸n y Turismo Diego Arria. El lunes 20 deb铆a regresar al tribunal con la informaci贸n solicitada, por ahora su mente estaba ocupada en llevar a feliz t茅rmino aquel vuelo.

El cuarto hombre en la aeronave era C茅sar Oropeza, quien ven铆a de laborar como gerente de comunicaciones corporativas en el grupo empresarial Mendoza. Oropeza mov铆a los hilos centrales de la campa帽a, en sus manos ten铆a datos estad铆sticos que le preocupaban y que deseaba compartir con Renny. Esa misma informaci贸n ya estaba siendo analizada en la casa nacional de uno de los dos partidos m谩s importantes de la 茅poca.

Por su parte Renny Ottolina, el candidato, el showman, se ve铆a tranquilo y confiado. Antes de salir llam贸 a sus hijas a Miami, ciudad en la que estaban radicadas, para anunciarles que ir铆a a visitarlas el d铆a domingo. Si algo mov铆a la fibra sentimental de Renny eran las tres chicas por las que hab铆a tenido los momentos m谩s felices y m谩s amargos de su vida.

A la misma hora en que se preparaba el 煤ltimo vuelo de Ottolina ten铆a lugar una reuni贸n en Caracas. Hombres de expresi贸n adusta analizaban en detalle los n煤meros de un par de encuestas que ten铆an el objetivo de medir el impacto de su candidatura. En los sectores pol铆ticos tradicionales ve铆an con inquietud la irrupci贸n de aquel hombre en el escenario electoral, su enorme popularidad y el cansancio que ya comenzaba a experimentar la ciudadan铆a con relaci贸n al sistema democr谩tico bipartidista pod铆a dar lugar a un giro indeseado. Sin embargo y para su alivio los n煤meros no eran tan alarmantes: Renny contaba, seg煤n aquel sondeo, con las simpat铆as del 8,3 % del electorado, lo que representaba en n煤meros limpios, unos 500 mil votos con los que su partido, el MIN pod铆a obtener unas 20 curules pero nunca la presidencia del pa铆s; para una candidatura que ya ten铆a 5 meses en la calle aquellas cifras no eran muy auspiciosas; pero a煤n quedaban nueve meses para los comicios y la campa帽a en s铆 misma no hab铆a comenzado, en ese tiempo cualquier cosa pod铆a pasar as铆 que lo mejor era mantenerse en alerta.

M谩s temprano a煤n Renny Ottolina culminaba en las instalaciones de Radio Aeropuerto la grabaci贸n de su programa «Venezuela Despierta», que deb铆a ser emitido ese mismo jueves a las 6 de la tarde. En aquel programa, destinado a ser el 煤ltimo de su vida, habl贸 de los temas que lo ocuparon siempre, clam贸 porque los venezolanos tuvieran por fin un gobierno responsable y se lament贸 de que en nuestro pa铆s las personas honestas fueran objeto de burlas: «Yo cumplo, la ley, yo soy un bobo» – expres贸 con cierto sarcasmo.

Poco despu茅s de las 5 Carlos Olavarr铆a estableci贸 el primer contacto con la torre de control desde el hangar donde estaba la avioneta:

– Buenas tardes, superficie Maiquet铆a, aqu铆 1019P.

– Adelante 1019P.

– Solicito autorizaci贸n para taxeo en cabecera de pista. Llevo plan de vuelo Maiquet铆a-Porlamar, con cinco personas a bordo, estimo una hora en la ruta. Combustible para seis horas y 7.500 pies.

– Ok 1019P, mantenga posici贸n, le aviso rodar.

Los hombres esperaron a que la torre de control de superficie les indicara posici贸n en pista, La visi贸n hacia el mar Caribe era di谩fana, pero en la cercana cordillera por donde la nave deb铆a transitar un buen trecho seg煤n el plan de vuelo se aproximaba un frente fr铆o con fuerte nubosidad y calina, un escenario poco propicio para pilotos sin experiencia en vuelo instrumental; por fin se oy贸 la voz met谩lica:

– 1019P, ruede hacia la pista 08. Viento 90°, 1010Mb.

Al recibir la posici贸n de superficie, Olavarr铆a cambi贸 de frecuencia:

– Buenas tardes Maiquet铆a, aqu铆 1019P listo para entrar en posici贸n y despegar cuando usted ordene.

– 1019P, autorizado para cruzar y mantener el campo – Se帽al贸 la voz de una operadora.

– Voy a cruzar y mantener el campo, se帽orita, agradecido.

– 1019P, autorizado su despegue, despu茅s cambie a la frecuencia 120.1… Buen viaje…



Cuando la avioneta despeg贸 eran exactamente la 5:15 de la tarde. En Porlamar la gente se agolpaba en el Santiago Mari帽o con la esperanza de ver a su 铆dolo y en el hotel Concorde, sitio donde se celebrar铆a el foro todo estaba a punto. Dos minutos despu茅s del despegue Carlos Olavarr铆a se puso en contacto con la torre de control:

– Maiquet铆a, aqu铆 1019P, estoy a 900 pies de altura, solicito autorizaci贸n para ascender a 7.500 pies en la l铆nea de la costa, tengo plan de vuelo visual.

– Autorizado 1019P, avise posici贸n a la altura de Los Caracas.

– Ocao, reportar茅 posici贸n en Los Caracas.

Esas fueron las 煤ltimas palabras que se oyeron del piloto, ya no se sabr铆a m谩s de la aeronave. Torre de Control no cay贸 en cuenta hasta que pas贸 m谩s de una hora.

A las seis de la tarde tal y como pautaba su parrilla, Radio Aeropuerto 910 AM, comenzaba la emisi贸n de «Venezuela Despierta», a esa hora no sab铆a el p煤blico que la c谩lida voz que surg铆a de los altavoces ya no ten铆a entidad f铆sica, el 铆dolo que por m谩s de treinta a帽os entr贸 a sus hogares se hab铆a vuelto et茅reo pasando a ocupar un lugar en la eternidad.

Renny, una historia en los medios

En un acto escolar, celebrado en una tarde cualquiera de 1945, en el liceo Andr茅s Bello el joven Reinaldo Jos茅 Ottolina tom贸 el micr贸fono para solicitar al due帽o de uno de los autos aparcados afuera; era una cosa de rutina, nada que no hubiese hecho antes; pero cu谩l no ser铆a su sorpresa cuando se le acerc贸 el afamado director de orquesta Luis Alfonso Larra铆n, quien impresionado por su voz, le pregunt贸 que si no le gustar铆a ser locutor. El muchacho emocionado respondi贸 que s铆 y Larra铆n lo recomend贸 para trabajar en la Radio Caracas. Ese d铆a el chico agradeci贸 a su t铆o Carlos, quien siempre lo alent贸 a leer bien y a mejorar su timbre de voz. «Era yo adolescente y ten铆a una voz sumamente desagradable – recordar铆a Renny a帽os m谩s tarde – mi t铆o se propuso correg铆rmela y a tal efecto me orden贸 leer en voz alta el texto «Do帽a Sol» sin permitir que me equivocara ni una sola vez. A ra铆z de esto aprend铆 a leer en voz alta. Luego, estando interno en el colegio San Jos茅 de Los Teques me designaron como locutor oficial para la hora del almuerzo, las lecturas con mi t铆o me evitaron tambi茅n el que se me fueran los gallos. ¡Ah! en el colegio San Jos茅 fue donde entr茅 en contacto por primera vez con un micr贸fono».

Tras hacerle la insoslayable prueba de voz, los directivos de la Radio Caracas, al ver que era realmente bueno, le confiaron la guardia nocturna; Reinaldo entraba por la puerta grande a ocuparse del que para entonces era el horario estelar.

Saboreaba por primera vez la miel quien hasta entonces s贸lo conoci贸 la hiel, y es que al principio de la vida no las tuvo f谩cil. Reinaldo Jos茅 qued贸 hu茅rfano siendo apenas un cr铆o de dos a帽os; al cumplir los nueve su familia se mud贸 a Caracas, en esa ciudad curs贸 estudios en el colegio La Salle. A los diez asist铆a a la Escuela de Artes Pl谩sticas y cuatro a帽os m谩s tarde se fugaba de casa para entrar en un periodo sombr铆o; a los quince escandaliz贸 a la mojigata sociedad caraque帽a de 1943, que lo ve铆a atravesar las calles con bluyines ce帽idos y el cabello largo – algo que no se har铆a moda sino veinte a帽os despu茅s – En un intento por controlar ese esp铆ritu rebelde su familia lo intern贸 en un colegio privado; a los 16 prob贸 la marihuana y en medio de una fuerte crisis depresiva intent贸 el suicidio. Por fortuna la vida se enderez贸 y estando en el Andr茅s Bello se le present贸 la gran oportunidad. Trabaj贸 con Radio Caracas hasta que recibi贸 la oferta de una mejor paga en Radiodifusora Venezuela; all铆 conducir铆a «脫iganme», programa en el que dur贸 poco pues lo despidieron cuando al anunciar el nombre de una canci贸n dijo «Arma enamorada» en lugar de «Alma enamorada».

M谩s tarde pas贸 a Radio Cultura, emisora a la que llegaba en bicicleta. En esa planta, ubicada en la esquina de El Tejar, anim贸 «Noches Especiales», espacio patrocinado por la marca de gaseosas Orange Crush y en el que present贸 por vez primera artistas de talla internacional; algo que luego ser铆a un signo distintivo de sus programas en la televisi贸n. Un a帽o antes de esto, Reinaldo entr贸 en la n贸mina de Bol铆var Films, empresa en la que labor贸 como narrador, montador y camar贸grafo. En 1949 cuando se film贸 el cl谩sico «La Balandra Isabel lleg贸 esta tarde» estaba entre los centenares de extras que aparec铆an en la pel铆cula.

Ese mismo a帽o decidi贸 cambiar su nombre al de Renny y en 1951 cuando estaba de vuelta en Radiodifusora Venezuela protagoniz贸 uno de sus primeros altercados. El hecho ocurri贸 una tarde en la que conduc铆a un espacio con mucho p煤blico presente; en uno de los descansos alguien le grit贸 un improperio; Renny indignado se volte贸 para clavar el pu帽o en la boca del provocador que reaccion贸 hiri茅ndolo en el abdomen con un punz贸n; pese a estar sangrando, el locutor tuvo fuerzas suficientes para desarmar al tipo, sacarlo a la calle y liarse a golpes con 茅l. S贸lo despu茅s de satisfacer su honor acudi贸 a buscar atenci贸n m茅dica.

El 25 de agosto de 1952, se cas贸 con la que ser铆a su 煤nica esposa, mas no su 煤nica mujer: Ren茅e Lozada. La pareja traer铆a al mundo a tres ni帽as y a un var贸n a los que bautizaron con nombres parecidos a los suyos, Rina, Rhona, Ronny y Rena. El ni帽o, que naci贸 con un problema neurol贸gico grave, muri贸 en 1968.

Al llegar la televisi贸n a Venezuela, Renny como mucha gente de radio, fue llamado a ocupar un espacio en el nuevo medio. Primero estuvo en Televisora Nacional y luego pas贸 a formar parte de Televisa, emisora propiedad del grupo Veloz Mancera el mismo que controlaba Radio Cultura, all铆 se inici贸 como locutor de planta y luego como animador de «¿Cu谩l es su profesi贸n?». En 1955 lleg贸 a Radio Caracas Televisi贸n con la misi贸n de dirigir el programa de concursos «T贸melo o d茅jelo» y en poco tiempo estaba al mando de «El Farol TV», espacio cultural patrocinado por la Creole Petroleum Corporation. Por esa misma 茅poca viaj贸 a los Estados Unidos con el objetivo de ver c贸mo se produc铆a «Today´s Show» (Lo de hoy) animado por Dave Garroway de quien aprendi贸 a organizar los espacios en un gui贸n conceptual. Al regresar a Venezuela se dedic贸 a producir «Lo de Hoy» un matutino de dos horas donde cantaba, hac铆a entrevistas y cocinaba. 脡ste fue el espacio que lo proyect贸 en el gusto popular.



En noviembre de 1958 lanz贸 «El Show de Renny»; programa donde introdujo las novedades y el estilo que le har铆an ganar el respeto del p煤blico y de la gente de los medios; plante贸 una escenograf铆a menos rebuscada, una conducci贸n m谩s sobria, fue el primero en usar jingles para identificar y el primero en tener un cuerpo de baile, busc贸 a la gente m谩s talentosa y se procur贸 las mejores voces. El programa abr铆a con un plano medio de los bailarines y con Renny dando la bienvenida. En 1960 volvi贸 a los Estados Unidos, ahora contratado por la ABC para producir y conducir «The Renny´s Show», programa que sali贸 al aire el 11 de abril por el canal 7-W-ABC-TV de Nueva York.

Culminando 1960 Gonzalo Veloz Mancera, el grupo Polar y los hermanos Sabal, propietarios de Televisa decidieron vender el canal; la cadena ABC y Pepsi-Cola Co. adquirieron un lote de las acciones; el empresario cubano-venezolano Diego Cisneros se hizo con el resto. El canal pas贸 a llamarse Venevisi贸n y la ABC propuso a Renny para el cargo de Director- Gerente. El regreso de Ottolina al pa铆s, seg煤n algunos cr铆ticos se deb铆a a que su show hab铆a fracasado en los EEUU y la cadena norteamericana opt贸 por salir de 茅l elegantemente. Durante su estad铆a en el nuevo canal Renny manifest贸 a Diego Cisneros su deseo de comprar algunas acciones pero el empresario le neg贸 tal posibilidad cosa que no gust贸 mucho al animador que decidi贸 volver a su antigua casa: Radio Caracas Televisi贸n donde comenz贸 un nuevo ciclo del «Show de Renny».

En esta ocasi贸n el talentoso productor contaba con una nueva herramienta que lo ayudar铆a a mejorar mucho la hechura del programa: el video tape, recurso que permit铆a perfeccionar los detalles. Dos a帽os despu茅s vol贸 a Espa帽a con la misi贸n de producir un especial para la TVE en beneficio de la Sociedad Anticancerosa, el espect谩culo de hora y media se emiti贸 el 13 de septiembre de 1963.

En enero de 1964 regres贸 al pa铆s para iniciar un nuevo ciclo de «Renny presenta». En esta etapa enfrent贸 un pleito legal con el compositor Jes煤s «Chucho» Sanoja quien se arrogaba la autor铆a del jingle identificador del programa y el famoso «silbido de Renny». Al final el enojoso asunto se solvent贸 con un acuerdo privado.

En septiembre de ese mismo a帽o muri贸 el famoso T铆o Saume, l铆der indiscutible del mediod铆a, la directiva del canal le solicit贸 pasar su espacio a ese horario. Por su enorme calidad «Renny presenta» comenz贸 a ser emitido por el canal 4 de Montevideo y el canal 11 de Buenos Aires. En 1966 viaj贸 a Italia para estudiar c贸mo se hac铆a televisi贸n en aquel pa铆s.

Un a帽o despu茅s segu铆a con «Renny presenta» pero cometi贸 un pecado a los ojos de los empresarios televisivos; en junio escribi贸 a petici贸n de la revista Semana el art铆culo «Juicio a la televisi贸n venezolana» en el que expresaba severas cr铆ticas contra la manera de hacer televisi贸n en Venezuela. Esta acci贸n profundiz贸 la desconfianza de los due帽os de los canales hacia Renny, quienes ya lo ve铆an con ojeriza por sus continuos ataques al poder pol铆tico.

Ottolina 铆ntimo

En el 谩mbito familiar su vida estuvo rodeada de malos momentos, en noviembre de 1969 raptaron a sus dos hijas mayores cuando iban de camino a la escuela. Los secuestradores exigieron el pago de 500.000 mil bol铆vares, cantidad que Renny no dud贸 en pagar. A las pocas horas sus hijas volvieron a casa. Estas muchachas estar铆an de nuevo en el ojo del hurac谩n con ocasi贸n de un accidente automovil铆stico en Espa帽a.

El 14 de junio de 1971, luego de numerosas y amargas discusiones y posteriores reconciliaciones, el matrimonio Ottolina Lozada introdujo de mutuo acuerdo la solicitud de separaci贸n de cuerpos y bienes ante el Juzgado S茅ptimo de Primera instancia en lo Civil.

Finalmente el 17 de julio de 1974 Rhona quien era bailarina de ballet y campeona de equitaci贸n sufri贸 un extra帽o y terrible accidente: La muchacha que se hallaba en casa de unos amigos decidi贸, luego de tomarse algunas copas, darse un ba帽o en la piscina de la casa; lamentablemente al lanzarse no se percat贸 de que lo hac铆a por la parte menos profunda y su cabeza impact贸 contra el piso; unos segundos despu茅s flotaba boca abajo en la superficie; sus amigos supieron que algo raro pasaba y se lanzaron a rescatarla. La hermosa chica se fractur贸 la base craneal y la columna, pas贸 mucho tiempo entre la vida y la muerte, se salv贸 pero quedando de por vida en sillas de ruedas.



Su pelea con los empresarios de la televisi贸n

Ottolina lleg贸 a ser el hombre m谩s reclamado de la industria publicitaria, todas las marcas importantes lo quer铆an tener como imagen; eso a la par de hacerle ganar un mont贸n de dinero, suscit贸 la envidia y el recelo entre el personal y la directiva del canal donde laboraba, Radio Caracas Televisi贸n. Sus enemigos esperaban agazapados la hora propicia para atacarlo. 脡sta llegar铆a en diciembre de 1970 cuando el animador en una asamblea del Sindicato de Trabajadores de Radio y Televisi贸n solicit贸 un voto de censura en contra de «Venezuela Gr谩fica» y su director, el periodista Nelson Zurita.

El reclamo se origin贸 porque la revista difundi贸 informaci贸n que afectaba al 谩mbito privado e 铆ntimo de dos conocidos artistas de la 茅poca: Oscar Mart铆nez y Mar铆a Teresa Chac铆n, algo que para Renny era inaceptable. En la asamblea denunci贸 que no era la primera vez que esto ocurr铆a y solicit贸 adem谩s que se declarara personas no gratas tanto a Zurita como al due帽o del grupo editorial, quien para entonces ocupaba una curul de senador en el Congreso de la Rep煤blica. Fue un paso en falso; Ottolina quien ya era poderoso hab铆a tocado a un hombre mucho m谩s poderoso que 茅l y que no se andaba por las ramas con sus enemigos: Miguel 脕ngel Capriles. 脡ste orden贸 una campa帽a contra el animador en la que se le acusaba de querer propiciar una Ley Mordaza en contra de los medios. Revistas y peri贸dicos unieron su poder de fuego contra el animador acus谩ndolo de atentar contra la libertad de expresi贸n y el derecho a informar y opinar.

Como parte de aquella campa帽a se public贸 durante varios d铆as y de manera sistem谩tica una encuesta de la empresa Datos C.A en la que se aseguraba que «El Show de Renny» ocupaba el 煤ltimo lugar en la preferencia del p煤blico. Se dec铆a que el programa no era m谩s que un bluff que los anunciantes deb铆an pagar muy caro.

Aunado a esto, hubo un pleito de Ottolina con Peter Bottome, ejecutivo de RCTV, quien junto a Marcel Granier y Hern谩n P茅rez Belisario ten铆a tiempo buscando la manera de que Renny dejase de trabajar como productor independiente y pasase a n贸mina como cualquier otro empleado de la planta. Los tres ejecutivos ve铆an con malos ojos el hecho de que Renny ganase mucho m谩s dinero con su espacio que la planta televisiva. En una ocasi贸n Renny tuvo un roce con Bottome que tens贸 m谩s las relaciones; al principio la sangre no lleg贸 al r铆o gracias a un acuerdo por el cual el canal har铆a las cobranzas de todo lo que vendiera «Producciones Renny Ottolina». Fue por aquella 茅poca que Renny conoci贸 a Gonzalo P茅rez Hern谩ndez quien le hab铆a sido recomendado como contador por amigos suyos del Banco Metropolitano. P茅rez Hern谩ndez jugar铆a a帽os m谩s tarde un importante papel en la creaci贸n del Movimiento de Integridad Nacional, partido que lanz贸 la candidatura de Renny.

Al final fue despedido; los ejecutivos justificaron la medida con el argumento de que mantener a Renny era un mal negocio debido a que cada vez lo ve铆a menos gente. Adem谩s «la permanencia del locutor en la planta resultaba incomoda debido a que su pedanter铆a y trato desp贸tico originaban constantes rencillas entre los empleados».

En 1972 ingres贸 en la Cadena Venezolana de Televisi贸n canal 8, donde estuvo hasta que Alberto Vollmer, due帽o de esa planta, firm贸 junto a Marcel Granier y Gustavo Cisneros el «Pacto Tripartito» que eliminaba la categor铆a de productor independiente. Ese acuerdo que luego rubric贸 la C谩mara Venezolana de Televisi贸n dej贸 fuera del negocio a Renny quien no estaba dispuesto a convertirse en un simple empleado de los canales. Puestas as铆 las cosas «El Show de Renny» sali贸 por 煤ltima vez al aire el 31 de diciembre de 1973; durante la emisi贸n Ottolina revel贸 al p煤blico las razones de su salida.

«Hoy es el 煤ltimo programa de la serie ‘El Show de Renny’ y debo reconocer que para m铆 es un placer especial. De ninguna manera quiero que ustedes piensen que va a ser un programa triste, porque no lo puede ser, por la sencilla raz贸n de que este programa reflejar谩 lo que yo sienta y yo no me siento triste, por el contrario estoy sumamente feliz y satisfecho» El programa cerr贸 con Mar铆a de Lourdes Devonish interpretando la canci贸n «Cuando un amigo se va» de Alberto Cortez.

Echado de las pantallas regres贸 a su medio primigenio, la radio, donde tampoco tendr铆a mucha suerte. En enero de 1977 Oswaldo Yepes de Radio Capital le propuso un contrato para realizar un programa matutino.

El espacio que se llam贸 «Renny en su radio» se emiti贸 desde el 1 de julio y tuvo corta vida pues a finales de ese mismo a帽o se elimin贸 de la programaci贸n, cuando su conductor expres贸 severas cr铆ticas al Consejo Supremo Electoral; instituci贸n que exigi贸 sanciones alegando haber sido vilipendiada. El 12 de diciembre de 1977, el ejecutivo emiti贸 una resoluci贸n que clausuraba el programa por «tiempo indefinido». Como un jud铆o errante de la comunicaci贸n, el animador recal贸 dos meses despu茅s en Radio Aeropuerto donde producir铆a el 煤ltimo programa de su vida: «Venezuela Despierta»



Teor铆as de la conspiraci贸n

A las 6:55 de la tarde, al percatarse las autoridades de que la avioneta no hab铆a llegado a su destino en la isla de Margarita cundi贸 la alarma. El presidente P茅rez orden贸 al director de Aeron谩utica Civil activar la Operaci贸n Alfa 5. La incertidumbre rein贸 por varios d铆as. Se pein贸 mar, costa y monta帽a; se barajaron distintas hip贸tesis acerca de los posibles trayectos seguidos por la aeronave y se improvisaron cadenas de oraci贸n por todo el pa铆s pidiendo por la buena suerte de los desaparecidos. Un mapa hecho a mano por t茅cnicos aeron谩uticos se帽alaba tres posibles rutas (A, B y C).

En la ruta A se dibujaba una l铆nea recta que part铆a de Maiquet铆a y terminaba a 25 millas de la costa ubicada frente al caser铆o de La Sabana, all铆 seg煤n esa hip贸tesis habr铆a ocurrido el desastre, la ruta B que corr铆a en curva a 15 millas de las costas guaire帽as se帽alaba otros dos posibles sitios, el primero frente al pueblo de La Sabana y el otro en el radial de Cabo Codera, la tercera l铆nea, la C, que como la primera corr铆a recta part铆a de Maiquet铆a y terminaba en la monta帽a ubicada detr谩s de La Sabana, ubicando all铆 la zona de la posible tragedia.

Desde el mismo momento en que se supo de la desaparici贸n, circul贸 el rumor de que la aeronave pudo ser saboteada con el objetivo de sacar a Renny de circulaci贸n y evitar con ello una posible derrota electoral de los partidos tradicionales. Las sospechas cobraron mayor fuerza meses despu茅s, cuando las investigaciones llevadas a cabo por el asesinato de Ram贸n Carmona V谩squez trajeron a la memoria que la comisi贸n policial especializada que actu贸 en el rescate de la aeronave no hab铆a sido otra cosa que el G.A.T.O., siglas del Grupo de Apoyo T谩ctico Operativo, y que el primero de sus integrantes en llegar al lugar hab铆a sido Anouel Pacheco, se帽alado como autor material en el crimen del penalista. El hecho de que los gatos impidieron el acceso a la zona del siniestro a familiares y a la prensa no hizo sino aumentar la desconfianza.

El domingo 19 el comando nacional del Movimiento de Integridad Nacional, solicit贸 que se intensificaran las investigaciones por las extra帽as circunstancias en que desapareci贸 la avioneta, pasar铆an meses para que saliera a la luz el informe final.

Entre tanto una teor铆a menos conocida se comentaba en pasillos, bares y caf茅s. Seg煤n 茅sta, la Cessna 1019P fue derribada en la creencia de que en ella viajaba a escondidas Jorge Olavarr铆a, Director de «Resumen»; publicaci贸n que siempre pis贸 callos y levant贸 ronchas entre la gente vinculada al poder. Olavarr铆a, que se encontraba en la clandestinidad desde que un tribunal orden贸 detenerlo, buscaba la manera de salir del pa铆s. El propio editor confirm贸 esta especie meses despu茅s cuando el ministro que lo persegu铆a ya era agua pasada. En su versi贸n, 茅l aprovechar铆a el vuelo en el que su primo llevar铆a a Renny a Margarita para seguir luego al exilio, pero a 煤ltima hora los planes cambiaron porque el gobierno de Nicaragua le concedi贸 el asilo y de esa manera pod铆a salir con salvoconducto.

«A煤n se ignoran varias ‘coincidencias’ entre el accidente en el que perdieron la vida Renny Ottolina, Ciro Medina, C茅sar Oropeza, Luis Duque y mi primo Carlos Olavarr铆a, piloto y propietario de la nave. La ma帽ana del jueves 16 de marzo un contingente de hombres armados, sin orden judicial, penetr贸 en un edificio de la avenida principal de El Cafetal. Rodearon el edificio e irrumpieron rompiendo la puerta de un apartamento con una pata de cabra. Me buscaban a m铆… Lo que no sab铆an era que yo hab铆a salido de all铆 hacia la quinta de Juan Pablo P茅rez Alfonso, en Los Chorros, donde me refugi茅 por varias horas. Desde ese sitio hice llamadas telef贸nicas a varias embajadas pidiendo el asilo pol铆tico, que al final acord贸 la embajada de Nicaragua. Se impon铆a entonces desviar la atenci贸n, para no ser interceptado antes de llegar a la sede de la misi贸n diplom谩tica. Se sab铆a ya que mi esposa Marian estaba siendo seguida y hasta se hab铆an hecho disparos contra nuestra residencia en Los Guayabitos. Hab铆a mucha confusi贸n, lo que incluso trajo problemas entre funcionarios de varios cuerpos policiales y los mismos del grupo Gato. Mi esposa sali贸 entonces hacia Las Mercedes para entrevistarse con Carlos Olavarr铆a. Marian fue seguida hasta ese lugar, tomando los funcionarios que la segu铆an nota del sitio al que hab铆a ido».

En este punto cabe preguntarse ¿Es posible que se recurriera tan fr铆amente al asesinato de un grupo de hombres inermes tan solo por querer salir de un personaje incomodo? No es algo que se pueda responder tan f谩cilmente sin riesgo de caer en el campo de la especulaci贸n; sin embargo acusaciones posteriores a la declaraci贸n de Olavarr铆a pusieron m谩s carb贸n en esa caldera. En octubre de 1978, el ingeniero y t茅cnico en aviaci贸n Nedo Paniz, denunci贸 en el programa «60 minutos diferentes» de Radio Capital que los funcionarios del G.A.T.O. llegaron al lugar del siniestro sin estar acompa帽ados de un juez, de fiscales del Ministerio P煤blico ni de alg煤n m茅dico forense y que cuando llegaron al sitio la emprendieron a tiros contra los hierros retorcidos. Asegur贸 adem谩s que tampoco hicieron levantamiento planim茅trico, ni tomaron fotograf铆as y que para colmo la cinta matriz de la torre de control en Maiquet铆a termin贸 extraviada.



La hora 0 del n煤mero 1

Cuatro d铆as despu茅s de la desaparici贸n y cuando ya los rumores volv铆an loco al pa铆s entero se ubic贸 el lugar de la tragedia. El piloto James Mahan, responsable del hallazgo cont贸 c贸mo ocurri贸: «Fue por pura casualidad que logramos descubrir los restos de la avioneta siniestrada; eran las tres de la tarde del lunes 20 de marzo cuando le dije al capit谩n Jim茅nez, quien estaba en un helic贸ptero de la Polic铆a Metropolitana, que iba a regresar a Maiquet铆a para proveerme de combustible. Al girar vi unos destellos y lo comuniqu茅 al capit谩n Jim茅nez. Bajamos un poco y fue cuando pudimos divisar con mayor claridad los restos de la avioneta». La aeronave cay贸 en la Loma del Medio, entre el cerro Loma Larga y el estribo de San Juli谩n al fondo de la quebrada de San Juli谩n en Tanaguarena, un sitio de muy dif铆cil acceso por lo que las labores de rescate no comenzaron sino hasta la ma帽ana del martes 21. Ese d铆a un equipo integrado por veinte hombres baj贸 en rapel desde varios helic贸pteros; el trabajo fue tan arduo que s贸lo a las 4:30 de la tarde estuvieron listos para comenzar a trasladar los cad谩veres. Los restos que estaban en avanzado estado de descomposici贸n se llevaron en bolsas pl谩sticas hasta la sede de la Morgue en Bello Monte para la dif铆cil labor de identificaci贸n.

Al conocerse el destino final de los cinco hombres, el pa铆s se sumi贸 en el dolor. La sede nacional del MIN se llen贸 de periodistas y personas del com煤n que quer铆an saber en qu茅 lugar se har铆a el velatorio.

El dictamen oficial se帽al贸 que se trat贸 de un accidente causado porque el piloto, debido a la fuerte nubosidad que hab铆a en la zona, se vio obligado a asumir el vuelo instrumental en el que no ten铆a mayor pericia. Jaime Serra, un reconocido investigador privado de tragedias aeron谩uticas contratado por familiares de Renny, present贸 un informe que coincid铆a con el emitido por las autoridades; pero no por esto decayeron las teor铆as conspirativas, por todos lados se levantaba el dedo acusador en contra del gobierno al que se cre铆a responsable de los hechos. Meses m谩s tarde, cuando Acci贸n Democr谩tica hab铆a perdido las elecciones, el doctor Jaime Lusinchi, jefe de su fracci贸n parlamentaria, reflexion贸 recordando los esc谩ndalos que estallaron en el 煤ltimo a帽o de mandato del presidente P茅rez; vale decir el caso de la Chatarra Militar, el caso de las fragatas italianas, el asesinato de Ram贸n Carmona V谩squez y la propia muerte del popular animador.

« ¿Cu谩nto nos cost贸 el caso Carmona? ¿Cu谩nto nos cost贸 la especulaci贸n que se hizo con la muerte de Renny Ottolina? Sesenta mil votos, por lo menos, a juzgar por las cifras. Creo que fuimos bastante descuidados en la interpretaci贸n de esos hechos, cuando parec铆a claro que iban a afectar el resultado electoral. En el caso muy lamentable de la muerte de Renny; no fue sino hasta dos d铆as despu茅s de las elecciones que sali贸 un informe mixto suscrito por investigadores del MTC, de la Fuerza A茅rea y de la Polic铆a Judicial, informe que aval贸 un t茅cnico, al parecer muy famoso, contratado por la propia familia de Renny. Todos coincidieron en que se trat贸 de un accidente. Pero bueno, el informe no se hizo p煤blico sino dos o tres d铆as despu茅s de las elecciones».

Elecciones en las que el Movimiento de Integridad Nacional obtuvo igualmente magros resultados. La desaparici贸n f铆sica de su l铆der signific贸 un duro rev茅s a la organizaci贸n que tan s贸lo pudo alcanzar una curul en la c谩mara de diputados.

Reinaldo Jos茅 Ottolina, fue inhumado a las 4 de la tarde del mi茅rcoles 22 de marzo de 1978 en la secci贸n «A» 1-D, Nro. 70 del Cementerio General de La Guairita, al acto acudi贸 una multitud que seg煤n Ren茅e no se hab铆a visto en Caracas desde la 茅poca en que enterraron a Pancho Pepe Croquer.

Publicado originalmente el 20 de abril de 2012

Actualizado en marzo de 2018 a los 40 a帽os de su desaparici贸n f铆sica

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Referencias:

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Castellanos, Jos茅 Emilio. «El temible fantasma de Carmona». Editorial Ateneo de Caracas, Caracas 1979.

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Zarlengo, Pedro. «Renny Ottolina un astro de la televisi贸n venezolana con proyecci贸n internacional». Revista Bohemia. Caracas Venezuela, 30 de abril de 1967.

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Manzano, Manuel. «Sombras detr谩s de una pantalla». El Nacional. C.A. Editora El Nacional. Caracas Venezuela, mi茅rcoles 3 de agosto de 1997.







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