El cronista Guillermo Durand G. nos pasea por las vicisitudes de una de las zonas más queridas y populares de nuestra capital: Catia. Debidamente documentado y de una manera sencilla y directa, esta crónica nos lleva a las entrañas mismas de un caserío que debió enfrentar la indiferencia y el abandono por muchos años. Lucha que al parecer no ha terminado
Donde actualmente funciona el centro comercial La Laguna, estuvo la Laguna de Catia
La palabra Catia es sin lugar a dudas uno de lo más ancestrales topónimos que perviven en la cotidianidad de nuestra ciudad. Esta voz, auténticamente caribe, que identifica a la populosa localidad situada en el extremo Noroeste de Caracas, todavía mantiene un velo que oculta el misterio de su significado. En este sentido, puede decirse que existe una suerte de nimbo o aura que lo envuelve; enigma este que aún no ha podido ser resuelto por quiénes se han dedicado al estudio y conocimiento de nuestras lenguas aborígenes y de los topónimos que de ellas se derivaron.
La Laguna de Catia era navegable y brindaba un interesante lugar de esparcimiento a los caraqueños en general. Su eliminación fue un verdadero ecocidio
Como resultado de esta búsqueda infructuosa del significado etimológico de la voz “Catia”, siguen vigentes ciertas acepciones de esta palabra que han sido tomadas como verdaderas, aunque las mismas no resistan la más indulgente crítica histórica.Cuartel La Planicie, sector Monte Piedad, Caracas, circa 1905.
Por ejemplo, se ha dicho que el establecimiento de la palabra Catia tuvo su origen en el verbo “catear”, expresión ésta muy empleada en las labores de minas de oro que supuestamente existieron en la localidad que estudiamos; esto es Catia, durante los primeros años que precedieron la conquista de Caracas en 1567.La Laguna de Catia en 1933
No obstante, tal creencia carece de fundamento histórico, puesto que el topónimo de Catia existía mucho antes a la fundación de Santiago de León de Caracas por Diego de Losada. Tan cierta es esta aseveración, que ya Francisco Fajardo en su segundo viaje de conquista, había fundado un pueblo con el nombre de “Villa de Catia” en 1557 “…que determinó llamar de este modo porque éste era la designación que daban a aquel lugar los indios comarcanos.Entre los años 1930 y 1940 así se veía Caracas desde Catia
De esto se infiere que el sitio de Panecillo, donde Fajardo había dejado su gente y en donde había de fundar pueblo, era la región que aún hoy día corresponde a la denominación de Catia”. Lo que interesa destacar en todo caso, no es precisar el sitio de Catia, sino como hemos visto, la existencia de este topónimo en tiempos previos al establecimiento de Caracas.1929. Antigua Plaza Juancho Gómez, actualmente Plaza Sucre de Catia
Otra versión que corre respecto al origen del ancestral topónimo, se le atribuye a la supuesta existencia del Cacique Catia en los predios de los belicosos toromaimas que le habían puesto precio a los intentos de conquista española.Plaza Sucre, Catia, 1930
Esta leyenda, tampoco posee fundamento alguno al no contar con pruebas documentales, pues éstas no hacen mención, de esta heroica deidad que sólo encontró existencia en ciertas mentes fantasiosas que se sienten muy a gusto con estos mitos históricos de la heroicidad.1930. Un bus federal inauguró la primera ruta de transporte público en Catia
Los ignotos tiempos de conquista que enterraron el mundo aborigen a comienzos del siglo XVII, quizás si llevó consigo y para siempre el verdadero significado que tuvo la voz Catia, la cual es el que dará paso el más emblemático y antiguo gentilicio de la Parroquia Sucre.Década de los 50 del siglo pasado, Plaza Sucre, un lugar de sano esparcimiento para el pueblo trabajador de Catia
Lo que no ha podido borrar el tiempo, es precisamente el significado afectivo que posee esta palabra en las mentes de los caraqueños en general y los “catienses” en particular, pues Catia es sinónimo y expresión de un modo de ser que identifica tanto a sus moradores como a la localidad que lleva este nombre, que es tan antiguo como el topónimo Caracas.1940. Avenida Sucre. Caracas
Hasta fines del siglo XIX Catia ocupó un humilde y discreto lugar en la evolución urbanística de la ciudad. Como localidad sólo había alcanzado el rango de caserío y así era señalada en los sucesivos censos de población que comenzaron a elaborarse a partir de 1873. En este sentido, podría decirse que Catia se hallaba en el “patio trasero” de Caracas formando parte de la extensa parroquia de Altagracia.Durante muchos años, empresas como Maquinarias Mendoza, propiedad de Don Eugenio Mendoza, se establecieron en Catia, lo cual le dio mucha vida comercial y empleos a la vida catiense. Avenida Sucre. 1940
Sin embargo, el Presidente del Concejo Municipal de Caracas Domingo de Esquivel, en 1853 planteó ante la Diputación Provincial, la necesidad de crear la Parroquia Catia, pues ello significaba resarcir a los vecinos del caserío de la falta de atención de parte de las autoridades civiles y eclesiásticas de las parroquias de Catedral y Altagracia, debido a la extensión geográfica y la vasta población que registraba, lo que en su criterio, era mayor que la recién constituida parroquia de El Recreo. Esta propuesta fue desestimada y Catia siguió sumida en su condición de caserío en los suburbios de la ciudad, como ya hemos señalado.La construcción de puentes, como este en Agua Salud, ayudaron a integrar y comunicar los diferentes sectores de Catia.
En el contexto de su ubicación, Catia tenía para entonces el aval de haber sido el factor dinamizante de todo el pequeño valle flanqueado por quebradizas montañas al Sur y la sierra Guariarepano al Norte. Actividades económicas de carácter agrícola y pecuaria sustentaron la paulatina pero sostenida aparición de caseríos, barrios y muy tardíamente urbanizaciones obreras; es así como vemos surgir Las Tinajitas, Gato Negro, Agua Salud, Agua Salada, Los Frailes, Los Flores, Los Magallanes, Ruperto Lugo, El Manicomio, Ojo de Agua, Nueva Tacagua, Nueva Caracas, Pro-Patria, etc.El carro de pasajeros 31 fue fotografiado en la estación de Caracas 1933, su paso por Catia le dio mucho empuje al hasta entonces caserío
No debemos olvidar que el llamado Camino de Catia (1845) primero, y el Ferrocarril Caracas-La Guaira (1883) después, sirvieron como importantes puntos de atracción para el establecimiento o redimensionamiento de algunas de las localidades que acabamos de mencionar.
Los cambios de límites que supuso la creación de la parroquia La Pastora en 1889 con respecto a las de Catedral y Altagracia, no permiten tener una estimación clara de la población de Catia que como sabemos, se encontraba “dispersa” en esas entidades parroquiales.1930, oficinas de venta de la Urbanización Nueva Caracas, actualmente conocida como Los Flores de Catia
Para 1891 Catia albergada 424 habitantes en su sentido más restringido; es decir, como caserío; pero vista de forma extensiva alcanzaba 1.205 moradores si se incluyen los caseríos del Topo, Tacagua, El Guayabo, y Mulatal; no obstante queda la duda si se agregan los 552 habitantes de Agua Salud y Blandín que se encuentran dentro de los límites de La Pastora.La construcción de urbanizaciones populares para la clase trabajadora signo a Catia .CASAS DE LAS VEREDAS DE LA URBANIZACIÓN URDANETA, CATIA
Sólo cuando es elevada como parroquia en 1936, es que conocemos información demográfica confiable. La nueva parroquia Sucre registra una población de 10.093 habitantes según el censo oficial de ese año. Con la resolución de crear la parroquia Sucre el 7 de diciembre de 1936 la cual entró en vigencia el 22 de diciembre del mismo año, las autoridades del entonces Concejo Municipal del Distrito Federal, resarcieron de alguna manera a los habitantes de Catia de los múltiples inconvenientes que suponía el estar dispersos en las tres parroquias anteriormente mencionadas.La pavimentación de calles y avenidas en Catia se inició a comienzos del siglo pasado. Al fondo se aprecia la Iglesia Paguita, 1910
Con la autonomía se venía a reconocer, probablemente sin saberlo, a la unidad histórica y cohesión social cuyo fraguado corría paralelo a la evolución urbana de la ciudad de Caracas.Establecimientos comerciales en la Av. Sucre de Catia Caracas 1950
Es así como a partir de 1936 se integran en una sola comunidad parroquial las urbanizaciones, barrios, sitios y calles que se encontraban artificialmente separados por las líneas divisorias de las parroquias Catedral y La Pastora. Estas son respectivamente, Los Flores, Avenida Sucre, Nueva Caracas, Tacagua Arriba y Abajo, Cortada de Catia, Ojo de Agua, Boquerón, Blandín, El Guayabo, Topo, El Mulatal, La Montaña y calle del Carmen, Agua Salada, Alcabala de Catia, Avenida Sucre, Brisas de Catia, El Paují, Catia de Los Frailes, Las Cumbres, Las Trincheras, Catinas y El Nacimiento. Todas estas localidades según el censo de 1936, arrojaron un total de 1.895 casas y 10.093 habitantes discriminados en 4.965 varones y 5.128 hembras.Mercado de Catia, 1946
Para los años ochenta del pasado siglo XX ya la parroquia Sucre acusaba una preocupante densificación de su población puesto que esos 10.093 habitantes que registró en 1936, acusará cuarenta y cinco años después (1981) 352.805 pobladores, lo que planteó la necesidad para ese entonces de crear el proyecto de un nuevo municipio sólo para ese sector de la ciudad.Teatro Catía, 1950
Entre los factores más resaltantes que permiten explicar en parte este fenómeno demográfico, podría mencionarse la extensión geográfica de la parroquia, el hecho de no haberse ocupado totalmente sus tierras que a su vez obedecía a lo accidentado de su constitución topográfica, que la hizo sumamente atractiva para las gentes pobres adquirirlas por el bajo valor que poseían.Avenida Sucre, años 50
Esta circunstancia sirvió entonces como polo de atracción del flujo migratorio campo-ciudad que se registrará a partir de 1935 por parte de una población campesina que se procuraba fuentes de trabajos más estables y mejor remuneradas. Además este hecho fue un atractivo incentivo para que se establecieran en Catia fábricas que diversificaron las actividades económicas existentes que comenzarían reclamar mano de obra barata y terrenos a bajo costo para asentarse y así aprovechar la importante red vial conformada por la autopista Caracas-La Guaira que la comunicaba con el puerto.Catia tuvo una vida bohemia y cultural que atraía a caraqueños de otras partes. 1942
Es en este contexto que venimos describiendo donde se operó un importante auge de concentración poblacional en la parroquia Sucre, el cual asoma tímidamente en 1928 cuando se da inicio al ensanche de la Avenida Sucre y la construcción de la urbanización Nueva Caracas y la red matriz del acueducto. Pero la mayor intensificación urbanística de Catia, será a partir de 1936 cuando comenzará a levantarse la urbanización Pro-Patria (1941) diseñada por el arquitecto Carlos A. Guinand y el constructor José Guevara; después vendrían otras como la Urdaneta (1946) con 1.354 apartamentos; Francisco de Miranda (Casalta) con 768 del afamado Carlos R. Villanueva; “Ciudad Tablitas” (1952) con 976 apartamentos, también de Villanueva y Celis.Mercado de Catia, Caracas enero de 1956
Todas estas urbanizaciones fueron concebidas para la clase trabajadora. También debe referirse que entre 1938 a 1974 surgieron uno 50 barrios en la parroquia Sucre luego de ocupar “espontáneamente” terrenos ejidales pertenecientes a la ciudad de Caracas.
El drama social de este emporio de la pobreza se ha venido agravando y manifestando en sus más diversas formas, por ahora sigue su curso hasta tanto no se conjuren las múltiples causas que le han dado existencia.Plaza Catia, década de los 40. Caracas
La Parroquia Sucre tomó su nombre del antiguo Camino de Catia el cual fue llamado Camino del Oeste en 1845 y luego Avenida Sucre en 1922, en homenaje al Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre. Es la única parroquia de Caracas que lleva el nombre de un héroe de la independencia venezolana.
Documentos Consultados
Archivo Histórico de Caracas. Sección Actas del Cabildo. Año 1936-1937. Folios 106-109.
Sesión del día 7 de diciembre de 1936
“Se abrió la sesión bajo la Presidencia Del Dr. Luis Manuel garcía y concurrencia de los concejales: Br. J.A. Villavicencio y Francisco de León Rivas (Vicepresidentes) Generales Delfín A. Aguilera, Pedro Manuel Guerra, Dres. Jesús María Pérez, Vicente Dávila, H. Sánchez Becerra, Horacio Chacón G., Cddnos. Cristiano Velutini, A. Fernández García y Juan G. Aldrey”.
Luego de la exposición de catorce (14) puntos expuestos según el Orden del Día, se acuerda:
“En el mismo acto fue aprobado un Proyecto de Acuerdo por el cual se le da nombre de Avenida 9 de Diciembre a la situada en el Paseo de El Paraíso entre las estatuas de Washington y el Gran Mariscal de Ayacucho, otro Acuerdo por el cual se crean dos nuevas parroquias en la ciudad de Caracas: la Parroquia Sucre y la Parroquia San Agustín”.
No habiendo más que tratar se levantó la sesión.
El Presidente. Luis Manuel García
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“Exposición del Gobernador al Concejo Municipal de Caracas en enero de 1924”
Caracas, Tipografía Americana, 1924, pp. XXXIV+177
“La Avenida Sucre (…) constituye hoy (habla en 1924) una de las principales arterias de la capital, enlaza entre si los importantes caseríos de Las Tinajitas, Agua Salud, Agua Salada y Catia, con una población cada vez más numerosa; ha sido embellecida con construcciones modernas, funcionan en ella algunas fábricas y en los últimos meses se han despachado por la sala de centralización de cuentas nuevas patentes para el establecimiento de industrias y negocios instalados en todo su trayecto. Fácil es colegir que con tales progresos, han surgido a nueva vida dichos caseríos (…) El Gobierno del Distrito (Federal) ha desplegado durante el año último una constante labor en pro de los intereses generales de la Avenida Sucre.
Ha sido necesario también aumentar el alumbrado eléctrico de que estaba provista, y al efecto, ordené a la compañía respectiva que se hicieran instalaciones para veintidós focos más, los cuales fueron distribuidos del puente de Catia a las jabonerías, y están en actividad desde el mes de septiembre próximo pasado”
(pp.XX-XI)
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CONCEJO MUNICIPAL
El Concejo Municipal del Distrito Federal,
Considerando:
Que por el notable incremento que ha tomado últimamente el Distrito Federal, especialmente la ciudad Capital, con motivo del ensanche y urbanización de sus alrededores y del crecimiento vegetativo de la población, algunas de las parroquias exceden la demarcación que tiene señalada, lo que acarrea dificultades para el cabal ejercicio de la autoridad civil, en uso de la atribución que le confiere el Artículo 4º de la Ley Orgánica del Distrito federal,
Acuerda:
1º Crear en la ciudad de Caracas dos nuevas parroquias que se denominarán “Parroquia Sucre y Parroquia San Agustín”.
2º Señalar a esta Parroquia los linderos siguientes, de conformidad con el plano levantado al efecto.
PARROQUIA SUCRE
Norte: Del nacimiento de la quebrada Agua Salada, línea al Oste siguiendo la serranía hasta el límite de la Parroquia Carayaca.
Sur: Línea que de la parte media de la longitud de la Avenida Bolívar corre al Oeste hasta el límite de la Parroquia Carayaca.
Este: Línea recta que desde el punto medio de la longitud de la Avenida Bolívar va hasta la Quebrada Agua Salada siguiendo su curso hacia el Norte.
Oeste: De Agua Negra línea al Norte hasta Tacagua arriba y El Cují y hasta los términos de la parroquia Carayaca.
Contiene dentro de sus límites los vecindarios de Agua Salada y Catia, la Urbanización La Nueva caracas y vecindarios de Tacagua y El Ojo de Agua.
Linda con las Parroquias Catedral, La Pastora y Carayaca.
Dado en el Salón de Sesiones del oncejo Municipal, en Caracas a los siete días del mes de diciembre de mil novecientos treinta y seis.
Años 127º de la Independencia y 78º de la Federación.
El Presidente
Luis Manuel García
El Secretario
Sylva
Estados Unidos de Venezuela. Gobierno del Distrito Federal. Dirección Civil y Política. Caracas 21 de diciembre de 1936.
127º y 78º.
Cúmplase
Mibelli
Refrendado
El Secretario de Gobierno
Francisco Manuel Mármol.
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PLAZA SUCRE
Según acuerdo del Concejo Municipal del Distrito Federal de fecha ocho de noviembre de mil novecientos cuarenta y uno, se comenzó a denominar Plaza Sucre a la hasta entonces identificada con el nombre de Agustín Codazzi. No obstante, con anterioridad a esta designación del ilustre geógrafo, ya se había erigido en 1923 un busto en bronce del General Juan C. Gómez en memoria “…de sus altas virtudes públicas”,según reza el decreto refrendado por el General Julio Hurtado, para la creación de la Plaza General Juan C. Gómez el 13 de noviembre del referido año de 1923. Suponemos entonces que la de Agustín Codazzi, es posterior a la muerte del General Juan Vicente Gómez el 17 de diciembre de 1935 hasta el cambio de denominación del nombre como indicamos el 11 de noviembre de 1941.
El monumento ecuestre del General Sucre que se localiza en la plaza del mismo nombre en Catia, es obra del escultor caraqueño Lorenzo González (18-8-1877-16-9-1948). Discípulo de Angel Cabrera y Cruz Alvarez García, en 1899 González cursa estudios en París durante varios años. De regreso a caracas, ejecuta varias obras de carácter histórico encargadas por el Gobierno Nacional, entre la que destaca la del Gran Mariscal de Ayacucho. Este monumento originalmente fue develado en 1922 en la Avenida San Martín con el Puente 9 de Diciembre. Allí permanecerá hasta principios de la década de los años cincuenta cuando fue trasladada a Catia.
No tenemos información exacta sobre la fecha del traslado de este monumento ecuestre, así como también ignoramos si existió en el nuevo emplazamiento una estatua o busto alusiva al Héroe de Ayacucho, antes de la colocación de la obra del escultor Lorenzo González; es decir, los años que corren entre 1941 a 1951. La duda surge puesto que en el acuerdo de cambio de denominación de nombre de la Plaza Agustín Codazzi por la de Sucre, no hace mención alguna sobre la colocación de una escultura distinta a la que posee actualmente. Seguiremos indagando en procura de resolver esta incógnita a la que siempre nos reta la problemática de las estatuas viajeras de nuestra querida ciudad de Caracas.
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CONCEJO MUNICIPAL
El Concejo Municipal del Distrito Federal,
En uso de sus atribuciones legales,
Acuerda:
Unico.- Denominar Plaza Sucre, la llamada hasta ahora Plaza Agustín Codazzi, situada en la Parroquia Sucre de esta ciudad.
Dado, firmado y sellado en el Salón de Sesiones del Concejo Municipal del Distrito Federal, en Caracas a los once días del mes de noviembre de mil novecientos cuarenta y uno.
Años 132º de la Independencia y 83º de la Federación.
El Presidente
José Antonio Marturet
El Secretario,
Jesús González
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PLAZA “GENERAL JUAN C. GÓMEZ”
DOCUMENTO Nº 46
GENERAL JULIO HIDALGO
GOBERNADOR DEL DISTRITO FEDERAL
Considerando:
Que la moderna “Avenida Sucre”, situada al oeste de esta ciudad, adquiere cada día mayor importancia y es centro donde reside una colectividad honrada y laboriosa de la Capital;
Considerando:
Que es del dominio público y vive en el recuerdo de los habitantes de Caracas, el impulso generoso que dio la Administración del extinto General Juan C. Gómez, a la obra del progreso que se ha venido realizando en la referida Avenida;
Considerando:
Que el General Juan C. Gómez, como Gobernador que fue del Distrito Federal, dio lustre y mantuvo con brillo el decoro de la Magistratura; y por cuanto es deber de los Gobiernos honrar la memoria de los que, como él, han sabido dejar gratos recuerdos de sus altas virtudes públicas, inspirando sus actos en un ardiente patriotismo y rindiendo siempre culto a sus ideales de Causa, nada más justo que tributarle un homenaje póstumo que perpetúe en el corazón de sus conciudadanos, el recuerdo de su personalidad llena de merecimientos;
Por disposición del ciudadano Presidente Constitucional de la República,
Decreta:
1º Procédase a construir una Plaza en el extremo occidental de la “Avenida Sucre” y denomínese “Plaza General Juan C. Gómez”.
2º Eríjase en el centro de dicha Plaza un busto en bronce del General Juan C. Gómez, como un homenaje del Gobierno del Distrito Federal a quien supo merecer las más altas distinciones y agasajos de sus gobernados por la rectitud de sus juicios y la honradez de sus procederes.
3º Desígnese una Junta Especial para que dirija y ejecute, de acuerdo con los planos e indicaciones del Ingeniero Municipal, previa aprobación de este Gobierno, los trabajos a que se contrae el presente Decreto.
4º Dése cuenta al Concejo Municipal y publíquese.
Dado, sellado y firmado en el Palacio de Gobernación y Justicia del Distrito Federal, y refrendado por el Secretario de Gobierno, en Caracas, a trece de noviembre de mil novecientos veintitrés. Año 114º de la Independencia y 65º de la Federación.
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